Actualidad en su portada publicó sobre el fallecimiento de Mario Piacentini

El director de Radio y Diario Actualidad, Mario Carlos Piacentini, falleció hoy en General Villegas, a los 62 años de edad. Hijo de la maestra Blanca Pedelaq y el ferroviario Armando Piacentini, había nacido en Bragado, provincia de Buenos Aires, el 27 de mayo de 1947. Tenía una hermana, Cristina. Siguiendo un traslado dispuesto por ferrocarriles, la familia vivió en La Pampa y se radicó luego, de manera definitiva, en General Villegas. El espíritu apasionado de Mario lo llevó a dejar rápidamente el hogar paterno y comenzar a trabajar a muy temprana edad en la Estancia Blanca Manca. Más tarde, con su entrañable amigo Jorge Verna, partió en un buque de carga hacia el Líbano, donde no pudieron desembarcar por un conflicto bélico. Así llegaron a España. Allí trabajó en campos de La Mancha. Dos años después la nostalgia lo pudo y alcanzó a subirse, contra reloj, al barco en el que Verna regresaba al país. Lo esperaba Susana Arribas, su compañera de toda la vida. Se casaron y se fueron a vivir a Formosa, donde Mario trabajó en comercialización de ganado vacuno. Nacieron Mariano, Carolina, Natalia, Florencia y Josefina, sus hijos. De vuelta en Villegas, entrados los años 80´, se abrían nuevos horizontes. El espíritu emprendedor estaba más vivo que nunca. En 1993 desempolvó el viejo diario de Conrado Nagore. Actualidad estaba en la calle. La edición semanal era todo un tema. Escribir en Villegas, diagramar en Ameghino, imprimir en Trenque Lauquen y repartirlo en nuestra ciudad.
Surgía un nuevo desafío. Todos a aprender a diagramar y el diario que ya salía dos veces por semana. El nuevo edificio de calle San Martín y la radio que nacía en el primer piso. Y el salto hacia el futuro al salir todos los días y llegar al mundo por Internet. También ser parte de Edición Nacional, un emprendimiento de diarios de todo el país que acompaña cada número. Como un rayo los años y los logros fueron pasando. Mario llegaba a la presidencia de la Asociación de Periódicos de la provincia de Buenos Aires y La Pampa (APEBAL) y a ser miembro de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA). Mateo, Bianca, Sofía, Victoria, Rocío y Sara. Los nombres de sus nietos, que venían a completar la alegría del éxito empresarial.
La crónica se tiñe de imágenes y de sentimientos, porque quienes la escriben fueron parte de estas líneas. En primera persona debemos decir que Mario, detrás de su fachada cascarrabias, se inmolaba por nosotros. Aunque a solas nos pusiera los puntos. Siempre atento a dar una mano, los favores a cercanos y lejanos son incontables. Siempre con una idea nueva. Un proyecto. Un sueño, por loco que fuera. "¿Alguna novedad?", su frase cabecera de cada mañana. "No Mario, todo tranquilo", solía ser la respuesta. "Algo pasó, sólo que no ustedes no se han enterado", nos chumbaba antes del primer mate. Así, a su manera, nos fue llevando hacia adelante. A veces viajaba tan de prisa que no podíamos seguirlo. Vivió fiel a sus principios. El aventurero, el innovador, el loco emprendedor de mil sueños se fue sin avisarnos. Si hubiera podido nos hubiera dicho: "Mañana el diario tiene que estar en la calle, por más dolorosa que sea la noticia".